El macizo del Montgó es Parque Natural declarado en 1987 de 2.117 hectáreas. Tiene una flora de más de 650 especies, esto hace que el Montgó sea una referencia botánica de primer orden. Destacan, entre los más de 80 taxones catalogados como raros, endémicos o amenazados, el Carduncellus dianius o Herba Santa y la Silene hifacensis.
Es el final de las cordilléras Béticas y desde él se ve el primer amanecer de la Península Ibérica.
El Montgó ha estado habitado desde el Paleolítico Superior. Desde las cuevas prehistóricas, hasta las colonias agrícolas, pasando por los restos de poblados ibéricos y emplazamientos árabes, capturan la atención de aquél que lo visita.
A destacar su cueva principal: la Cueva del Agua, cueva aprovechada por los romanos para abastecer de agua a un retén del ejército del imperio romano. También fue aprovechada por los árabes, los cuales llegaron a construir una especie de presa para almacenar el agua e incluso acequias para distribuirla. En el Montgó, dado su carácter cárstico existen muchas más cavidades. Fuente Wikipedia
En el Monte Montgó se han encontrado restos de poblaciones ibéricas en sus laderas como “L’Alt de Benimaquía”, el “Pic de l’Aguila” Y el “coll de pous”.
En la Dianium romana esta ciudad fue “civitas stipendiaria” (ciudad conquistada a la fuerza por los romanos, por lo que eran obligadas a pagar ciertos tributos perpetuos en castigo a su rebeldía), pasando posteriormente a ser “municipium”. Los restos hallados son señal inequívoca de que tuvo asiento aquí una época de mucho esplendor y riqueza, con un magnífico puerto donde confluía comercio y escuadras del imperio. Fuente: Denia.net
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